Recuerdo haber discutido vehemente y frecuentemente con algunos compañeros sobre el apelativo de guerra civil que, habitualmente, se da a la contienda iniciada en 1936. Siempre he defendido y lo seguiré haciendo, el carácter fratricida de aquella guerra. El paradigma está en el carlismo alavés y navarro de entonces, sin desdeñar el guipuzcoano o el vizcaino. Pelearon y apoyaron el bando sublevado, opción que también tomó la mayoría de la población de Iparralde, siguiendo la línea del diputado bajonavarro Jean Ybarnegaray. Los análisis suelen ser complejos, pero las realidades demasiado simples. Todos ellos son parte de nuestra historia.

Viene a cuento esta introducción con el comentario de un libro aparecido no ha mucho al otro lado del Atlántico. Se trata de Stolen years (Años robados), de la hoy norteamericana Maita Floyd. La autora nació en Donibane Lohizune y después de la Segunda Guerra mundial emigró a EEUU en donde trabajó hasta que se jubiló y creó, desde Arizona, su propia editorial: Eskualdun Pub. Ltd.

El libro, en el que describe los años de la ocupación nazi en Iparralde, no tiene nada de especial. La autora pertenecía a una de esas familias acomodadas que coquetearon con los ocupantes, y ello se trasluce en lo escrito. Tópicos típicos por todas las esquinas: Dios, Francia y anticomunismo. O sea de derechas.

Sin embargo, la mayor librería mundial del momento, Amazon.com, nos presenta una historia distinta a la de sus páginas. Sorprendente a priori, no tanto a posteriori. Se trata de vender. Así, en la presentación de Stolen years, Amazon nos indica un libro de vascos resistentes contra Hitler. O sea de izquierdas.

En una sociedad como la actual, virtual, la segunda de las razones (la de Amazon), lleva todas las de ganar. Perseguí el libro durante meses, visto el preámbulo internauta, hasta que di con él. Decepción. Pero me llamó la atención su promoción y el hecho de que, al margen de su contenido, la reseña de Amazon tuviera una larga introducción dedicada a explicar qué es el País Vasco: “un área raramente visitada por extranjeros, debido a su localización en el sudoeste de Francia y a que la mayoría de los americanos visitan la Riviera”. No tengo respuestas para estos fenómenos mediáticos, sólo preguntas. Y la primera es obvia: Qué es más influyente ¿una editorial vasca en Arizona o un libro de la misma que nadie lee? Se admiten sugerencias.